Nuestra opinión Editorial:
La falta de una efectiva acción contra la delincuencia por parte de la policía nacional, está incidiendo que en el país se continúe ejecutando linchamientos de personas por parte de algunos miembros de la sociedad civil.
Ya se han registrado asesinatos de individuos en las Sur y Norte de nuestra país.
El caso más reciente se ejecuto ayer en el nuevo municipio Los alcarrizos en Santo domingo.
Estos casos se han sucintado, en donde turbas de personas agreden a supuestos infractores que han sido sorprendidos en el intento o en la acción misma de algún hecho delictivo.
Esos inhumanos episodios parecerían ubicarnos en tiempos de la inquisición en donde se sacrificaba la vida de un ser humano por alguna que otra causa, de manera divertida y con cierto espíritu de festín indolente.
En Senda en las Noticias no queremos justificar los casos de infracción que algunos malhechores comenten; pero tampoco consideramos correcto que de manera facinerosa y atroz se de muerte a seres humanos a la vista niños, niñas y adolescentes que podrían resultar lesionados emocionalmente.
La vida es dada por Dios y nadie debe quitarla solo él. Desde que Dios creador del universo estableció los 10 mandamientos cito las reglas a seguir y no la podemos violentar las normas divinas, en ella nuestro creador nos insta a no matar.
Las leyes, aun con sus deficiencias de aplicación no dejan de ser las normativas que nos permiten convivir en un marco de civilidad.
Ya no vivimos en tiempos de la inquisición ni en las cavernas.
En estos períodos de civilizaciones no podemos permitir que se continúen violentando los Derechos Humanos aun sean en casos de “supuestos infractores”.
Nadie puede apropiarse de la vida de una persona.
Consideramos que si un individuo comete una infracción,violación o descomedimiento debe ser apresado y sometido a la acción de la justicia y pague con prisión, en donde se rehabilite conductualmente tal individuo y se reinserte en la sociedad al individuo que haya hecho cierto daño.
Después de cumplir su prisión se consigue la reinserción de quienes cometen las infracciones, y otras veces no. Pero las autoridades y la sociedad deben mantenerse vigilantes para que los infractores sean apresados sin necesidad de lincharlos en una esas desagradables acciones en donde muchos de los que agreden son tan culpables como a los que estos enjuician con sus propias manos.
Esa mala práctica de linchamiento debe ser abolida porque muchas veces se cometen estos actos segados por el afán de querer hacerse sentir o por el solo hecho de practicar la crueldad que contagia y envicia.