San Pedro de Macorís. Como si estuviésemos en eras dictatoriales, la represión se hizo presente en esta ciudad en contra del comunicador Manuel Ureña, quien fue agredido por un agente policial que se opuso a que el comunicador continuara tomando la explicación de un maestro que había sido apresado por una patrulla policial.
El maestro, al igual que el comunicador fueron maltratado por los agentes policiales.
Ese bochornoso hecho ha sido criticado por todos los sectores sociales de San Pedro de Macorís y de otras partes del país, donde ha trascendido esa censura contra la prensa Petromacorisana.
El desafuero contra el comunicador se produjo cuando el conductor del programa Teléfono Abierto de Radio Dial transmitía además para la Radio Stereo 98, y Sultana F.M, a las que reportaba dando cobertura, atreves de un celular a las incidencias de la marcha que maestros realizaban desde el municipio de Consuelo hasta la Dirección Regional de Educación, en esta ciudad; de acuerdo a los testimonios y los videos, se nota como el destacado comunicador Manuel Ureña fue empujado por uno de varios agentes policiales quienes impidieron que el comunicador ejerza su labor periodística.
A Ureña le fue retirado el celular por los agentes, uno de los cuales le colocó el brazo en el cuello y le reprimió e impidió que el periodista continuara dirigiendo la transmisión. Se nota en las graficas, las forma bastarda de uno de esos agentes que empujó y coloco el brazo en su garganta al periodista Manuel Ureña.
Pese a esta agresión, el comunicador continúo dando cobertura a las manifestaciones de los maestros que demandan el cumplimiento del 4 por ciento para la educación, la reposición del seguro medico y la implementación del desayuno escolar en las escuelas publicas.
Luego de la jornada, el comunicador debió ser llevado al hospital local Dr. Antonio Musa, a donde acudió a consecuencia de los gases lacrimógenos que fueron lanzados en el lugar contra los educadores por agentes policiales. En la ocasión, las marchas de los educadores partieron desde el municipio de Consuelo y desde la escuela Ana Josefa Puello de San Pedro de Macorís, y desde ambos lugares fueron impedidos en principio por agentes policiales que, aunque no están dispuestos a enfrentar a la delincuencia, si estuvieron preparados y muy atentos para agredir a comunicadores y profesores indefensos, a estos le fueron lanzadas bombas lacrimógenas.
Los uniformados se notaban sedientos de hacer estallar estos artefactos contra la población, que paga a los agentes los sueldos que devengan de los impuestos que paga el pueblo que ellos reprimen.
Como consecuencia de las bombas lacrimógenas, varios periodistas y maestros debieron ser llevados al hospital Antonio Musa producto de los gases lacrimógenos que le fueron lanzados por los agentes de la Dirección Regional Sureste de la Policía, que demostraron su capacidad terrorista en contra de la libertad de expresión y el libre acceso a la manifestación estipulada en la constitución dominicana.
En torno a la marcha que estaba fijada para salir desde la escuela Ana Josefa Puello de esta ciudad, la misma fue impedida de salir, en tanto los maestros se congregaron en grupo en frente de la Plaza de la Biblia, ubicada en la delantera al Edificio de Oficinas Públicas, en donde está instalada la Regional de Educación. En esa explanada frontal, los agentes se apostaron y como si fuesen a atacar delincuentes enfrentaron a los maestros y no le permitieron el paso.
En los frentes de la escuela Ana Josefa Puello los educadores fueron impedidos en dar apertura la marcha que ya había sido anunciada con muchos días de anterioridad, sin embargo fue impedida por agentes policiales encabezados por el general José Antonio Pilarte Fèliz, jefe de la Dirección Regional Sureste de la Policía, quien para actuar con tal arbitrariedad alego que los maestros no contaban con el permiso correspondiente para desplazase libremente por las calles, el alto agente policial cometió tal censura en franca violación a la constitución.
Mientras los policías impedían la iniciación de la marcha desde el indicado plantel escolar, en tanto que los que venían desde el municipio de Consuelo hacia esta ciudad fueron impedidos en principio por agentes policiales apostados en la Autovía del Este, encabezados por el coronel Renzo Matos. Se trato de un plan policial que término fraguando agresiones sin cesar a todo dar. Lo que se proponían los agentes no era reguardar, mucho menos mediar, sino maltratar y simular que estaban poniendo el orden y, más bien fomentaron el desorden.
En frente del edificio se hizo un cerco policial que rodeó toda el área de acceso del edificio para impedir que entraran al mismo una comisión de maestros encabezados por Marisela Fernández, dirigente nacional de la ADP, Manuel Martínez del Comité Permanente del 4 por ciento en esta ciudad, la presidenta de la Unión de Juntas de Vecinos, Evelyn Pepèn, y otros representantes de diferentes instituciones cívicas entre las que se hallaban representantes de iglesias de distintas denominaciones. Una parte de los maestros que se trasladaban en marcha desde el Municipio Consuelo(a 12 kilómetros de San Pedro de Macorís), estuvieron acompañados del diputado perredeìsta Sergio Julio Muñoz (Pilincho), esos educadores alcanzaron llegar hasta Edificio de Oficinas Públicas, en donde se encuentra la sede de las oficinas públicas donde a entregaron un documento, luego de transacciones con los agentes policiales que se mostraban renuentes y con furia de ejercer la prepotencia que le caracteriza.
La que no ejercen con la delincuencia, a la que en muchas ocasiones se vincula actuar en contubernio con los delincuentes; de acuerdo a los hechos comprobados.
Es de lugar destacar que, en todo momento primo el ánimo de agredir a los manifestantes que fueron objeto de lanzamientos de bombas lacrimógenas, muchos tuvieron que ser hospitalizado por esos gases tóxicos.