EDITORIAL.
La situación de los enajenados mentales, siempre ha constituido una problemática para los familiares de estos y, por consiguiente para la sociedad. La situación de esos seres humanos se ha tornado mas critica en la república dominicana, a raíz de que las autoridades del ministerio de salud pública clausuro el reclusorio de estos, al que muchos llamaban el 28, denominado con este nombre por se encontraba ubicado en el kilometro 28 de la autopista Duarte en Santo Domingo.
El Centro Psiquiátrico Padre Billini, ubicado en la capital dominicana, se dedicaba a brindar atenciones exclusiva a estos pacientes con problemas mentales. En en la actualidad, ese centro hospitalario está ofreciendo otras atenciones medicas, que no son las de brindar atenciones siquiátrica a esos enfermos mentales que tanto padecen en nuestra sociedad.
A los familiares de esos seres humanos, se le torna difícil sostener el tratamiento de esos enfermos que, de no ser asistido como demandan sus casos, ellos terminan siendo desquiciados, frenéticos y muy agresivos.
Una muestra de la peligrosidad que implica el no tener sedados y bajos tratamientos a esos enfermos mentales, dio lugar a que en el sector Cristo Rey, de la capital dominicana, el enfermo mental Valdimir Francisco Martínez, de 21 años, dio muerte a su propia madre Adalgisa de la Cruz Martínez de 46 años.
La victima falleció mientras recibía atenciones médicas, en un centro Hospitalario privado de Santo domingo.
El enfermo mental en cuestión, le produjo una herida de arma blanca en el costado izquierdo a su madre causándole la muerte. El incidente se produjo en la calle Principal del sector El Caliche, en Cristo Rey, donde residía la hoy cadáver junto a su hijo y otros familiares.
En Senda en las Noticia encomendamos a la sociedad ha estar vigilantes ante el los comportamientos violentos de esos enfermos mentales.
No se trata de rechazar a estos seres humanos con actitud de burla, ni mucho menos discriminar a estos enfermos por sus condiciones de salud mental. Pero si debemos estar apercibidos de que podemos estar a expensa de sus agresiones, y como ellos cuentan con impunidad, por su condición de demencia, las leyes les amparan y los que contamos con lucidez mental seriamos los perjudicados.
En Senda en las Noticias entendemos que, las autoridades del ministerio de salud deben reclutar a esos enfermos mentales que pululan por nuestras calles y se constituyen en un peligro público para todos.
En esta situación, las iglesias de las diferentes denominaciones, deben asumir su rol de, no solo orar por ellos para que Dios los libere de esos espíritus inmundos. También hay que hacer práctico el amor al prójimo y más a estos enfermos mentales que tanto lo necesitan.