Editorial.
La degeneración social y moral que se manifiesta en la sociedad actual, se hace más y más abundante cada día en la República dominicana y en otros países del mundo.
Los hechos deshonestos e amorales no solo se están cometiendo por personeros inconversos e impíos que desconocen de Dios, o que le importa muy poco actuar desenfrenadamente en perjuicio de un ser humano.
En este caso, de menores de edad, como en el acto de violación sexual que se materializo en la provincia de la Altagracia, en Higuey; en donde el “pastor evangélico” Mateo Montilla, de 55 años, ex director interino del colegio bíblico Mis dos Tesoros, ubicado en la calle Cotubanamá número 40, del sector Savica, de ese municipio;violo a varias menores en el indicado centro educativo, de acuerdo a declaraciones de las menores que confirman los hechos, y lo ratifican los exámenes médicos practicados por una médico legista, que determinó que una de las agraviadas, menores de edad, presentan destrucción parcial del himen vaginal.
La fiscal adjunto manifestó que la víctima reveló el nombre de otras cuatro compañeras de estudios de tres, cuatro y cinco años que habrían sido tocadas por el pastor evangélico confirmándose que por lo menos una de ellas también presenta destrucción parcial de la membrana vaginal de la menor.Este condenable hecho, ocurrió el pasado miércoles 4 del cursante mes de Mayo 2011. Fue entonces este lunes, 5 días después del hecho, el juez Andrés Rijo Santana, se acogió a la solicitud de la magistrada procuradora fiscal del Departamento de Atención de Víctima de Género, licenciada Reina Yanira Rodríguez, quien pidió un año de prisión preventiva como medida de cohesión en contra del imputado, por violación de los artículos 330 y 331 del código penal dominicano.
Ante este descabellado acto de violación, en Senda en las Noticias, esperamos que en esa medida de prisión preventiva de un año, los jueces mediten con la debida conciencia y sentencien con la máxima pena al acusado de violar a esas menores de edad, que quedaran traumatizadas y marcadas para siempre!!!
Entendemos que los concilios que agrupan las distintas iglesias evangélicas pentecostales y otras denominaciones, deben mantenerse vigilante ante los perversos actos desenfrenados que comenten esos que hacen llamar pastores. No estamos condenando a todos por igual, pero si estamos llamando a que se tomen medidas para que hechos como el mencionado no vuelvan a ocurrir.
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