En momentos, se expresan frases, pensamientos y pronunciamientos que, por su incisiva crudeza algunos tienden a desestimar. Esto así, pese a la lógica que da razón a que se acojan tales expresiones, como la que pronunciara el ex presidente dominicano profesor Juan Boch, en la que él decía que quien no sirve para servir, tampoco debe servir para vivir.
Y es que el servicio que ofrecemos al prójimo, es el sostén del deber cumplido y del auto juicio que nos debemos hacer como seres humanos, que hemos venido a este mundo para cumplir con una misión, en beneficio de un mundo a mejor, como lo hacen el ministerio de jóvenes con una misión.
Esta mas que comprobado que cuando el ser humano deja de central su mirada en sí mismo y la dirige en pos de las necesidades de las demás personas que nos rodean, descubrimos la plena satisfacción que se siente al servir a los demás como nos encomendó Jesucristo.
En Senda en las noticias observamos el motivo de conseguir dinero, ante el ansia de lucro personal y a medida que se convulsiona el mundo, se agudiza la crisis de valores, y son cada vez menos los ciudadanos que se incorporan a formar parte de entidades humanitarias y sin fines de lucro.
En estos últimos tiempos, parecería prevalecer el egocentrismo que se ahonda en muchos seres humanos.
Hoy día, se hace más que necesario que se practique la solidaridad. El compartir con los necesitados.
Es deber de todos, y más de los que se consideran cristianos, que estamos llamados a imitar a Jesucristo, maestro y modelo a seguir, quien a su paso por esta tierra afirmaba que el mejor de vosotros es el que sirva a los demás. Sin embargo, al parecer, muchos han preferido en vez de servir a los demás, prefieren beneficiarse de otros, pudiendo aportar por sí mismo en las medidas de sus posibilidades.
En estos tiempos más que nunca, se ha hace necesario que los padres y tatures induzcan a las niñas, niños y adolecentes para se esmeren en cultivar el habito de servir a los demás.
Es tan igual beneficioso servir que vivir. Las buenas aptitudes de servir a los demás, nos ayuda a ennoblecer nuestro carácter y nos desprende de las avaricias, de las toxinas y del egoísmo que se fermenta en los comportamientos de los que se niegan a servir al prójimo como Dios manda!!!!
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